Las cervezas belgas son conocidas por todos los amantes de la cerveza y en algunos círculos consideradas las mejores del mundo. Bélgica es sin dudarlo un paraíso para los amantes de la cerveza.
Pero curiosamente esta tradición tiene poco más de un siglo. Aunque la cerveza belga ha existido desde tiempos medievales no fue hasta el año 1904 que empezó a coger forma como marca. La Ligue des Brasseurs (Liga de los Cerveceros) organizó un concurso para promover un estilo de cerveza nacional que pudiese competir con las cervezas alemanas, inglesas y checas, que en ese momento ya tenían una personalidad muy definida.
El efecto de este concurso fue una explosión de nuevas cerveceras, cada una con su propia creación, que acabaron unificando un sabor, una forma de elaborar la cerveza y un estilo peculiar que hoy conocemos como “cerveza belga”.
La cultura belga de la cerveza figura en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, y hoy te traemos 7 cervezas belgas que representan lo mejor de este país.
Tripel Karmeliet
Creada en 1996 según la antigua receta de 1679, esta pequeña joya de alta fermentación tiene una graduación no inferior al 8,4%. Se obtiene a partir de tres cereales: cebada, trigo y avena. La leyenda cuenta que fue creada siguiendo una receta de los monjes carmelitas de Dendermonde, de ahí su nombre Tripel Karmeliet. También se rumorea que se añade el aceite de una planta secreta para hacer su sabor aún más original.
La Chouffe
El Chouffe es un poco como el vino blanco francés: perfecto para cualquier ocasión. Es una cerveza rubia de triple fermentación y alta graduación alcohólica, ¡más del 8%! La Chouffe es muy apreciada en Bélgica, especialmente por sus aromas a azahar y manzana agria. Ciertamente no es considerada como una de las cervezas belgas más especiales, pero aún así sigue siendo una de las más conocidas de Bélgica.
Chimay Bleue
En esta cerveza belga la graduación alcohólica se acerca al 9%. Con su color oscuro, sus potentes aromas a especias finas y su sabor seco con notas caramelizadas, la Chimay Bleue deleita a los amantes de las sensaciones fuertes.
Kasteel Rouge
Normalmente desconocida fuera de Bélgica, la Kasteel Rouge tiene un sabor a cereza muy dulce. Kasteel (que significa «castillo» en holandés) la elabora la cervecería Van Honsebrouck. A pesar de su dulzura, también deja una cierta acidez en el final y un ligero retrogusto amargo en boca. Una vez más, el contenido de alcohol no es inferior al 8%.
Bush Ambrée
Con un 12% de alcohol, Bush Ambrée sigue siendo una de las cervezas más fuertes elaboradas en Bélgica. O mejor dicho, como dice su etiqueta, «la más fuerte de Bélgica». Creada por los hermanos Dubuisson en 1933, es muy apreciada sobre todo por su fuerte carácter.
Kwak
Ahora hablemos de una de las cervezas belgas más antiguas, inventada por el cervecero Paul Kwak en 1791. Con un contenido de alcohol del 8,4%, Kwak es más conocida por el vaso en el que se sirve, llamado verre du cocher. Este vaso tiene un fondo esférico que se eleva gradualmente en forma de antorcha, y se apoya en una pequeña estructura de madera. La cervecería Bosteels, que produce Kwak, también ha presentado una denuncia contra los productores de otra marca de cerveza por intentar copiar el inusual envase.
Orval
La Orval toma su nombre de la Abadía de Orval donde se produce. Es, por tanto, una auténtica cerveza trapista belga en todo su esplendor. Con una graduación alcohólica única del 6,2% y un amargor reconocible, siempre ha sido apreciada por todos los amantes de la cerveza desde su creación en 1932.
Te puede interesar también…
- Más beneficios de la cerveza para la salud (por si aún tenías alguna duda)
- Una cerveza al día puede ayudar a reducir el riesgo de un ataque al corazón
- 10 falsos mitos sobre la cerveza