Sofisticada, tradicional y moderna a la vez. La ginebra es uno de los mejores destilados para hacer cócteles desde siempre, y ahora los productores investigan para ofrecer sabores algo diferentes.
Para elaborar ginebra se empleen algunas variantes botánicas que le dan un sabor curioso y con personalidad dependiendo del tipo que le añadamos. Sus ingredientes básicos son el enebro, la cebada, así como mezclas de otros cereales, a los que les sumamos hierbas y algunas frutas que dan lugar a aromas del bosque y a cítricos.
Actualmente, añaden además especias de origen oriental para romper con el sabor común y poder maridarlo con toda clase de alimentos y dar un toque algo diferente a paladares que buscan nuevas sensaciones.
En las catas de ginebra se suelen combinar aquellas que llevan diferentes plantas aromáticas para poder notar claramente la diferenciación. Se mezclan algunas caras con otras más comunes y baratas. Muy similar a las catas de vino, tendremos en cuenta la fase olfativa y la gustativa.
Olfato
Se explica la composición de cada uno de los ingredientes de cada ginebra, sus orígenes y una pequeña historia de la ciudad donde se elabora. En su parte olfativa, tendremos en cuenta olores profundos en base de flores, frutas y hierbas.
Sabor
En cuanto al sabor, también depende de su composición, aunque la más tradicionales pueden tener toques a enebro, a frutas, regaliz, y un gran conjunto de plantas que es lo que le da ese toque más especial al paladar. A diferencia de las catas de vinos, no debe escupirse sino dar unos dos sorbos para dejarlo reposar en la lengua y en toda la boca para percibir cada uno de los ingredientes.