El frío y la humedad dejan sitio poco a poco a las brisas cálidas, al calor y al verano. Apetecen cada día más los encuentros en una terraza después del trabajo, sentarse tranquilamente con una copa una vez los niños están acostados, organizar barbacoas en casa los fines de semana o simplemente compartir momentos con amigos y familia.
Soy amante del vino, y en verano también me gusta gozar de una copa. No obstante, no tenemos todos los mismos gustos. Existen tantas posibilidades en verano para disfrutar… y sin aburrirse para nada de una bebida.
Personalmente, funciono mucho al afect. A cada momento su bebida. Es cierto que en cuanto llegue el calor ya no apetecerá un vino tinto potente con mucha crianza, un vino blanco fermentado en barrica o ciertos destilados.
Entonces, ¿cuáles son las posibilidades se nos ofrecen? Existen tantas que no sé por dónde empezar.
Podríamos empezar por los aperitivos. Muy tendencia, los Vermuts. Los hay de gran calidad. No hablo solamente de los Martini and Co… ¡No! Ciertos vermuts son artesanales, elaborados con ingredientes ecológicos y transmiten emoción. Existen 2 grandes grupos de Vermut: el rojo de origen italiano que es bastante dulce y el blanco, más seco, de origen francés, compuesto de más de 40 extractos de botánicos, y con mayor grado alcohólico. El vermut es un licor aromatizado con hierbas, formado a base de vino neutro de buena calidad, un toque de absenta y extractos de botánicos (raíces, plantas, flores y especias). La mezcla adecuada de los botánicos es la clave de la aromatización del buen vermut. El Vermut es, desde luego, una bebida única por su amplia gama de matices, sabores y aromas.
De gustos suaves, especiados y agradables, se disfrutan solos o con hielo. También con una rodaja de limón, de naranja o con agua con gas, tomar el vermut es sagrado. Un vermut, unas olivitas y ya…. ¡Qué relax!
Ideal al aperitivo, es cierto, pero no suelen acompañar una comida entera.
Una variante del vermut que se sirve con sifón, es el actual Spritzz. Bastante dulzón, servido muy fresco y con gas, es un peligro… Se bebe sin pensar… Por mi parte, prefiero algo más retro, ¿te acuerdas del famoso Pimm’s?
Los Pastis. Muy francés, muy Marcel Pagnol con su acento provenzal. El Pastis es una bebida destilada en base a una maceración de alcohol etílico con diversas hierbas y flores, pero hay unas que no pueden faltar como el anís estrellado, el anís verde y el regaliz. Esta bebida, el auténtico, el Pastis de Marseille cuyo contenido alcohólico ronda los 40-45%, con gusto de anís, se mezcla con agua fría y se sirve con hielo. Muy agradable en verano, su gusto de anís es refrescante e ideal tanto como los vermuts al aperitivo. Es una bebida tradicional, sí; que se está perdiendo… ¡No! Al contrario, el Pastis es un aperitivo que no pasa de moda. La forma de consumirlo se va actualizando y modernizando a los gustos de las generaciones. La forma tradicional de servirlo es una proporción de Pastis por cinco de agua fría. No es raro encontrar varias generaciones de personas en la terraza de un bar en Francia consumiendo un Pastis con olivas a la hora del aperitivo, a la sombra de un parasol. ¡Se respira un aire de vacaciones!
Aquí, añadiría una opción más… La Sangría…. Pero no cualquiera, ¡no! La sangría de calidad, no la que se toma en garrafa en un botellón. La sangría ha cambiado de imagen y se vuelve fashion y de calidad. Como los vermuts, esta bebida tradicional y sociable, ¡vuelve a las mesas! Hablo de la sangría fresca, divertida, artesanal y “urbana” con botellas de diseño algo divertido. Si puede ser además ecológica, entonces, aún mejor. Bien fresquita, la sangría se vuelve gourmet. Una buena sangría en verano se puede servir como aperitivo, pero al contrario del Vermut o del Pastis, podrá acompañar perfectamente tu comida como una paella de mariscos, de verduras (por los vegetarianos… sí sí, también pensamos en todos vosotros) o con una barbacoa. Las verduras a la plancha salen riquísimas y con una sangría de pocos grados alcohólicos, es el éxito asegurado.
Como una cosa me lleva a la otra, la Sangría me lleva al tinto de verano. Menos “trendy” el tinto de verano nunca ha dejado de estar vivo. Es más, es un símbolo de España para muchos turistas. Un tercio de vino (joven) por dos de gaseosa, una rodaja de limón y otra de naranja y unos cubitos de hielo, así es la receta perfecta. Ahora bien, ¿te interesa preparar un tinto de verano cutre o de mala calidad como los que podemos encontrar en los sitios de turismo de masa? ¿o uno que tenga un buen gusto y de calidad?. La clave son los ingredientes base. El vino no tiene que ser caro pero sí estar bien hecho. No vale cualquiera. La gaseosa no tiene por qué ser la más mala tampoco. Se puede elegir una agua mineral con gas para que no sea tan azucarado. ¡No hace falta que tu tinto de verano se convierta en un calimocho! Existe también la posibilidad de añadir un poco de vermut a la mezcla. Le dará un toque especiado agradable y suave.
A parte del Pastis, que igualmente es muy mediterráneo, todos los demás productos son tradicionales en España. Si me permites, me gustaría añadir un producto que me apasiona particularmente. A mí me “chifla” la Manzanilla. Este vino de Jerez, de Sanlúcar de Barrameda, me tiene enamorada. Se encuentran Manzanillas muy buenas por un precio increiblemente barato. Fresca con tapeo, ¡oh! la tierra puede temblar que no me daría ni cuenta. Menuda joya tiene España y qué poco valorada.
La Manzanilla es un vino blanco y seco, elaborado con uva palomino y envejecido bajo una capa de levaduras llamada velo de flor. Su crianza se lleva a cabo exclusivamente en bodegas de Sanlúcar de Barrameda.
Vino muy pálido, de un brillante color amarillo pajizo. De aroma punzante y delicado en el que destacan notas florales que recuerdan a la camomila, recuerdos almendrados y aromas de panadería. Al paladar es seco, fresco y delicado; con un paso de boca ligero y suave, a pesar de su final seco. Presenta una ligera acidez que produce una agradable sensación de frescor y un regusto persistente y ligeramente amargo.
Para mí, es de lejos el mejor de los aperitivos en verano, o uno de ellos… Una copa de Manzanilla, después de una jornada complicada o buena, da igual… con unos embutidos buenos y unas olivitas buenas, ¡qué disfrute!
Pastis Toni 1L
Pastis Toni 1L es un auténtico pastis de Marsella. Ideal como aperitivo, servido frío con cubitos de hielo, que también puede ser un excelente ingrediente en la cocina para condimentar algunos platos.
Manzanilla La Guita
Manzanilla La Guita, con su carácter salino y ligero es perfecto para acompañar el aperitivo. Una de las más famosas Manzanilla de España.