Hace ya unas cuantas semanas tuve la suerte de poder comer en El Celler de Can Roca. Lo dirigen Joan Roca (cocina), Jordi Roca (postres) y Josep Roca (sala y sumiller). Gracias a una celebración e invitado por mi suegro, pude disfrutar de una increíble comida en este restaurante gestionado por los 3 hermanos Roca, y hace poco galardonado con las 3 estrellas Michelin. El Oscar de los restaurantes…
Ya había tenido la posibilidad de ir a algunos estrellas Michelin (aunque nunca a uno de 3 estrellas), aunque muchas veces con cierto sabor agridulce tras mi mala experiencia en el Abac (2 estrellas) de Barcelona (y alguna otra también). Una experiencia en el Abac que prefiero no comentar en más detalle por lo desastrosa que fue.
Estar en el Celler de Can Roca fue mágico, poético. Una experiencia de grandes sabores, refinados pero en su justa medida, con unos vinos que maridaron a la perfección pero lo más sorprendente y destacable fue la simpatía y cercanía de los hermanos Roca. Son ya celebridades, pero su atención y simpatía sincera en todo momento nos sorprendió y cautivó.
Una experiencia curiosa fue que pudimos al final de la comida visitar la cocina viendo como Jordi preparaba un curioso postre en forma de pelota de fútbol con una radio incorporada en el mismo que cantaba un gol de Messi (grabación de un gol del gran locutor Puyal de Catalunya Radio) para fastidiar de una forma graciosa a un amigo madridista que comía en el restaurante en ese instante.
La cocina está separada claramente por áreas de trabajo , lo cual entiendo que es bastante lógico y necesario en este tipo de restaurantes. Perfecta organización y los especialistas en sus áreas respectivas.
Después de ello, pudimos visitar la bodega con Josep Roca. Fueron 15 minutos con él en el cual nos hizo entender la filosofía del Celler y de los vinos. La fijación en el terroir es evidente y siempre buscando la homogeneidad con la cocina.
Leí una frase de Josep que comentaba : «La carta de vinos es un reflejo del restaurante«. Algo aparentemente tan extraño pero a la vez tan necesario y certero. La carta de vinos del Celler tanto en su variedad, política de precios, origen de los vinos, etc… es un claro síntoma de su fusión con la cocina y el entorno.
Ello se refleja en una carta de vinos con una altísima variedad pero también con una amplitud de precios muy grande (muchos vinos alrededor de los 20-25€, un claro mensaje para hacer entender que aún siendo unos 3 estrellas no tiene qué ser un restaurante exclusivamente para las personas con mucho dinero), una carta con marcado origen de la tierra pero también dando la oportunidad a interesantes vinos extranjeros y de todo tipo, etc….
Josep tiene muy claro hacia adonde ir pero si que es cierto que su cada día más galardonado restaurante les pone en una situación de presión y superación constante . Mucha prensa, medios, crítica especializada, etc.. y siempre teniendo que servir de forma perfecta. ¡No les envidio en este sentido!
¿Y la comida? Me enrollo y aún no he hablado de ella. Aquí la carta con los 13 platos que disfrutamos (más los platos extra que aquí no se reflejan)
Sinceramente, un 9,5/10 el nivel de la comida . Sólo un pero… los postres. No estuvieron quizás a la altura del resto. Pero bueno, eso no le quita en absoluto el nivel de excelencia alcanzado.
Soy una persona que a veces le fastidia estos restaurantes porque el ego de sus cocineros se refleja en sus platos. Con la búsqueda de tanta complejidad se llega al absurdo. En el Celler de Can Roca no es el caso. Su obsesión por el Terroir (igual que en los vinos), en la materia prima, la situación geográfica del restaurante todo ello unido a la creatividad y el savoir faire hacen de la cocina Celler una experiencia única. Sabores, sensaciones, delicadeza, creatividad, materia prima, sinfonía, … no tengo suficientes palabras para agradecer esos grandes momentos vividos. Como siempre hay platos que unos prefiere más que otros y estos son quizás de mis favoritos :
Adaptación del Steak Tartar con helado de mostaza
Lenguado con aceite de oliva y varios sabores del mediterráneo
El Garrí
En definitiva, El Celler de Can Roca se merece todos los elogios que recibe: porque disfrutas de una comida excelente, y con un trato y servicio único y muy cercano. Pero también entiendes (y te hacen entender) el porqué de su idiosincracia. Si tienes la oportunidad de ir, ves. ¡No te arrepentirás!