El vino y el queso son dos acompañantes inseparables. Tanto es así que cuando preparas un plato de queso y la combinas con un buen vino, ya tienes un delicioso tentempié para compartir con tus amigos. Una tabla de quesos es una idea perfecta (y más si son quesos franceses) para una tarde de primavera de esas en las que no te apetece cocinar, aunque también se trata una gran idea en cualquier época del año.
Cómo preparar una tabla de quesos
Francia es el país del queso por excelencia, así que para esta recomendación nos inspiramos en sus excelentes variedades. Para preparar la mejor tabla de quesos, todo lo que se necesita es una buena variedad de quesos de diferentes texturas y grados de maduración, y comerlos en el orden correcto para no enmascarar los sabores. Con un surtido de quesos tan variado como es el francés, tenemos una infinita variedad de sabores de diferentes regiones para preparar una mesa muy gourmet de quesos franceses.
Es necesario empezar con un queso blando, como un queso fresco, un requesón o un queso de oveja blando, y luego aumentar gradualmente su intensidad.
Podemos continuar con quesos suaves y de sabor dulce, como el Caprice des Dieux, un Pequeño Banon con leche de cabra o un delicioso Brie dulce, un famoso queso de la región de Brie de Seine-et-Marne.
Para esta selección gourmet, por ejemplo, podemos elegir quesos de una sola región, o combinar quesos de varias regiones creando un viaje gastronómico. Una posible ruta sería la siguiente: Camembert de Normandie, Reblochon de Haute-Savoie, Livarot du Pays d’Auge o Epoisses de Bourgogne. Tampoco hay que perderse el famoso Mont d’Or, un queso producido sólo en el Haut-Doubs y apreciado por sus aromas a madera.
Potenciamos el sabor del queso hasta llegar a los más maduros y fuertes, como el Cachat du Mont Ventoux, para terminar con quesos azules, como el Bouton de Culotte, el famoso Roquefort o el Bleu d’Auvergne, que nunca deben faltar en una buena fuente de quesos. Para los más aventureros, nuestra recomendación es el famoso Maroilles, un queso atípico con un aroma particularmente potente pero con un sabor sorprendentemente dulce.
Los compañeros indispensables
Para que la selección sea impecable, basta con cuidar algunos detalles, como servir siempre una buena hogaza de pan, lo más casera posible, que servirá de base y acompañamiento a nuestros quesos. Otra muy buena opción es acompañar nuestra tabla con nueces y frutas frescas, como las uvas, que limpiarán su paladar entre los diferentes quesos y le darán una nota de frescura.
Todo ello acompañado de buenos vinos, blancos más frescos para los quesos más tiernos, tintos más intensos para los quesos maduros. Tu velada será todo un placer para el paladar.
*Traducción del artículo ‘Comment préparer un bon plateau de fromages‘ de Sonia Romero publicado en www.uvinum.fr/blog
1 Comentarios
Excelente Recomendacion, Muchas Gracias