Si hay una bebida típicamente navideña, que no puede faltar en cualquier reunión familiar, encuentro de amigos o cena de empresa en estos días, es el cava. Ya sea acompañando a los platos principales o como colofón de la comida, junto con los dulces tradicionales de cada casa, elegir un buen cava para celebrar la Navidad es una tarea necesaria para conseguir un éxito inapelable cuando invitamos a alguien a comer.
Tipos de cava
Lo primero que debemos tener en cuenta es qué tipo de cava vamos a servir, algo que depende directamente de su contenido en azúcares. La división es conocida, pero no por ello vale menos la pena recordarla:
- Brut Nature: hasta 3 gr. de azúcar por litro
- Extra Brut: de 3 gr. hasta 6 gr./l
- Brut: de 6 gr. hasta 12 gr./l
- Extra Seco: de 12 gr. hasta 17 gr./l
- Seco: de 17 gr. hasta 32 gr./l
- Semiseco: de 32 gr. hasta 50 gr./l
- Dulce: más de 50 gr./l
Evidentemente, cada cual tiene su gusto personal, pero la tendencia más extendida es considerar que los cavas Brut Nature suelen ser de mejor calidad, ya que, al ser más secos, las características del vino empleado en su producción son más evidentes y en consecuencia se utilizan mejores vinos.
Burbuja fina, buen cava
El gas carbónico presente en el cava debe estar bien integrado, y cuando es así las burbujas son pequeñas y ascienden de manera lenta y uniforme hacia la superficie de la bebida, a diferencia de lo que ocurre con cavas de menor categoría.
Una buena manera de acertar en nuestra elección es, claro está, probar diferentes marcas y variedades antes de servirlo en una ocasión especial: cualquier comida familiar de domingo puede ser un buen momento para experimentar.
De esta manera contaremos con la seguridad de servir un cava excelente a amigos y familiares, y además nos llevaremos alguna sorpresa agradable, ya que no siempre los mejores cavas son los más caros, y podemos encontrar verdaderas joyas si catamos muestras de bodegas pequeñas, que no cuentan con tanto renombre como las marcas más populares.

Cómo servir el cava
Al servir un cava o champagne siempre debes tener en cuenta cual es la mejor manera de hacerlo para disfrutarlo al máximo. Lo primero es saber abrir la botella. Habitualmente abrimos las botellas de espumosos con un sonoro «pop», incluso dejando que salga un poco de líquido para expresar que es un momento festivo. ¡Sin embargo esta forma es incorrecta! El cava, y cualquier espumoso, hay que descorcharlo lentamente, evitando que el tapón salga despedido y haciendo el mínimo ruido posible. Para ello hay que agarrar el corcho y tirar de él muy poco a poco, aguantando la presión con la mano para finalmente sacar el tapón con suavidad con un siseo que apenas debe oirse. ¿El motivo? Para evitar que se escapen las esencias guardadas dentro del propio gas. Cuanto más suave hagas el descorchado mejor sabrá el cava.
Finalmente, la temperatura ideal para servir el cava es entre los 7 y los 12 grados. Solemos pensar que cuanto más frío mejor, pero no: un frío excesivo hará que se pierdan sabores. Entre 7º y 12º es la temperatura ideal. Tampoco te olvides que para beber debes coger la copa por el tallo o la base, jamás cojas la copa por el cáliz porque calentarás el líquido de su interior con tu calor corporal.
Selección de Cavas para Navidad
A continuación os dejamos algunos de nuestros cavas recomendados para esta (y cualquier) Navidad. ¡Disfrutad!