La Semana Santa está aquí. Eliges el sitio, los amigos, los mejores cortes de carne, incluso el carbón perfecto para el fuego, y ya tienes preparada una barbacoa que será mítica. Sólo queda elegir un vinito… ¡un momeEento! si no invitas a ese amigo pesado que sabes que te va a arruinar el día contando una y otra vez la peor anécdota de tu infancia, ¿por qué vas a elegir los 5 primeros vinos que veas en el lineal del supermercado? Dale una vuelta, piensa en tus invitados, y elige los mejores vinos para agradar a cada uno… ¡y encima al mejor precio! Hoy te enseñamos 5 vinos básicos que debes tener en una barbacoa si quieres que triunfe de verdad:
5. El vino fresco para empezar
Yllera 5.5 Verdejo Frizzante
Yllera 5.5 Verdejo Frizzante: Con sólo 5.5% de alcohol (similar a una cerveza), este vino blanco semidulce es perfecto para las primeras tapas. Sírvase muy frío y en copa alta
4. El tinto para la(s) embarazada(s)
Eminazero Tinto
Eminazero Tinto. Admitámoslo: estás en esa edad en el que las mujeres de tus amigos se empiezan a animar unas a otras y tu barbacoa está a medio camino entre una fiesta universitaria y un jardín de infancia. Piensa en ellas, que están haciendo el trabajo, y agradéceselo dejándoles disfrutar del vino, pero sin el alcohol tan perjudicial en este momento.
3. El espumoso para comer
Capdevila Pujol Brut Nature
Capdevila Pujol Brut Nature: en muchas partes de España el espumoso sólo se usa para brindar, pero en realidad los Brut Nature pegan muy bien con las carnes a la parrilla. Aquí tienes uno que no decepcionará, para los amantes de las burbujas
2. El tinto perfecto
La Garnacha Salvaje del Moncayo 2011
La Garnacha Salvaje del Moncayo 2011: un vino muy frutal: fresa, frambuesa, moras de zarza, con un toque final ligeramente especiado (pimienta blanca), que dará el contrapunto a la carne y hará que la boca se refresque y la comida entre como gloria bendita (¡que estamos en Semana Santa!)
1. El del «entendido»
Emilio Moro Finca Resalso 2012
Emilio Moro Finca Resalso 2012. Dejémoslo claro: en todas las barbacoas siempre hay un «entendido» en vinos, ese que siempre critica los vinos de los demás, y que nos aburre con el vino que probó el otro día… justo cuando no estábamos. Con este Emilio Moro le callaremos la boquita (al menos mientras no falte el vino). Un acierto seguro.