El 14 de marzo de 2020 se declaró el estado de alarma en España y todos los ciudadanos quedaron recluidos en sus casas. Desde entonces, la gran mayoría de sectores se vieron gravemente afectados a causa del inicio del confinamiento domiciliario, sin embargo, la venta de vino percibió un notable incremento. La nueva normalidad ha cambiado nuestro día a día pero las empresas tradicionales no han desaparecido por el camino, incluso han salido reforzadas. Prácticamente todas las compañías vinícolas coinciden en dos puntos clave durante la pandemia. Por un lado, el cierre del canal físico y, por lo tanto, la pérdida de ventas a través de este conducto. Por otro lado, el auge del comercio online.
Debido al estado de emergencia, la mayoría de los clientes fieles a este sector se volcaron en la tienda online. Las ventas en e-commerce se multiplicaron por dos respecto a lo que vendían por esas fechas un año atrás, incluso haciendo cifras similares a las de la campaña de Navidad. También se recibieron muchos clientes nuevos durante esos días y que aumentaron la tasa de repetición, es decir, quien probaba volvía a comprar otra vez.
El consumo de vino en cifras
Este incremento es un fenómeno generalizado. Normalmente, en marzo se incrementan las ventas respecto enero y febrero. La sorpresa fue que la tendencia positiva de todo el mes de marzo se mantuvo en abril y eso sí que supuso un incremento de ventas respecto de las previsiones fijadas para ese mes.
La frecuencia del consumo de vino aumentó considerablemente durante el confinamiento en España. En concreto, un 36% consumió más frecuentemente, respecto a un 45% que no varió su frecuencia y un 19% que consumió menos. Esta es una de las conclusiones sacadas de un estudio sobre el comportamiento de los consumidores de vino tras más de un mes de confinamiento, que fue promovido por la Asociación Europea de Economistas del Vino.
¿Cuáles fueron los vinos más demandados?

Los gustos del consumidor son diversos y durante el periodo de confinamiento se vendieron una gran cantidad de referencias diferentes. Sin embargo, sí que es cierto que hay una serie de vinos que acumularon la mayor parte de las ventas. En los momentos de crisis las marcas se convierten en un valor, que los consumidores utilizan de refugio, y esta vez volvió a ocurrir. Los reservas riojanos y los crianzas de Ribera del Duero fueron los líderes en ventas, acompañados por otros vinos que, a pesar de proceder de diferentes regiones españolas, tienen marcas muy consolidadas. Sin embargo, por otro lado la gente se animó a probar marcas nuevas, vinos de bodegas pequeñas y de zonas emergentes.
Lo que también se detectó es que el cliente medio compraba más para consumo inmediato que para guardar en su bodega. Eso significa que elegía vinos algo más sencillos y asequibles. Lo cual no quiere decir que el consumo de vinos de alta gama bajara. También creció un poco, aunque no tanto como el resto. De la misma forma, el vino tinto predominó claramente sobre el blanco y rosado. Hablando de precios, el rango que engloba la categoría de vinos más vendidos fue entre 7,5 y 10 euros por botella.
Iniciativas por parte de bodegas Españolas
El canal online con sus portales verticales de venta de vinos, portales generalistas y el ecommerce propio son plataformas que tienen mucho recorrido a nivel de ventas y de fidelización. Por lo que las empresas apuestan cada vez más por renovar su tienda online y su presencia digital. Durante la pandemia, muchas bodegas se sumaron a algunas iniciativas como “wineagainstcorona”, “juntossaldremos” o “Plataforma 0,19”, que se llevaron a cabo con el objetivo de luchar contra la crisis de la Covid 19.
Algunos de los vinos más vendidos
Ramón Bilbao Crianza
Pago de Carraovejas
Azpilicueta Crianza
Pago de los Capellanes Joven Roble
Protos Roble
Juan Gil Etiqueta Plata
José Pariente Verdejo
Ramón Bilbao Edición Limitada
Abadía Retuerta Selección Especial
Viña Ardanza Reserva Selección Especial