El maridaje de vinos y platos de cuchara es importante porque, sobre todo desde Otoño a Primavera, los platos de cuchara representan una parte fundamental de la dieta mediterránea, una de las más recomendadas del mundo. Si los platos de cuchara son suaves, pueden maridar con vinos de uva Viognier o Monastrell, mientras que si son contundentes nos podemos atrever con un vino del Bierzo, Puligny-Montrachet, Chassagne-Montrachet, Barolo o de Sudáfrica.